En el partido con su rival directo por la pelea del tercer puesto se pudo igualar, en gran parte del partido la albiceleste estuvo en desventaja en el marcador y en algunos momentos parecía que los coreanos repetirían el último resultado. Hubo muchas exclusiones, consecuencia de una defensa con problemas, y algo de desorden, que no permitió que Argentina mostrara todo su poderío.
No se arrancó de la mejor manera y todo hacía indicar que se iba a repetir la película en suelo galés, en donde Corea se había impuesto por 32 a 25. En el primer tiempo, los asiáticos llegaron a sacar una diferencia de 5 goles (12 a 7), pero los dirigidos por Daddy Gallardo recortaron la ventaja a 3 y se fueron al entretiempo con un 11 a 14 en contra.
En la segunda mitad, Argentina emparejó el juego. La diferencia entre ambos se achicó y comenzaron a intercambiarse el liderazgo en el marcador a lo largo del parcial.
De la mano de Federico Fernández y con la experiencia de Andrés Kogovsek el combinado albiceleste estuvo cerca de llevarse el duelo porque con el partido empatado en 24, tuvo tres chances nítidas para pasar al frente, pero entre la mala fortuna y la falta de puntería se despilfarraron.
Así, llegaron al final con el definitivo 25 a 25, que dejó contentos a los jugadores argentinos luego de haberla remado durante gran parte del partido ante un complicado rival.
Mañana Polonia segundo paso a la clasificación.
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