
GLOBO TOQUE..GLOBO TOQUE... QUE LOS GOLES LOS HACE ROQUE
Aquel canto masivo, espontáneo y jubiloso que durante
todo 1973 acompañó la victoriosa campaña como campeón del fútbol argentino de
Huracán de Parque Patricios tenía un destinatario especial en el “Tomás A.
Ducó”: el centro delantero mendocino Roque Alberto Avallay, uno de los
goleadores de aquel increíble equipo que el Flaco César Luis Menotti
modeló a su propia imagen y semejanza, por su eterno mensaje de juego vistoso y
efectivo, generalmente a dos o tres toques.

En esa época, gracias sus piques y goles electrizantes se convirtió en el sucesor de Pedro Waldemar Manfredini.
Debutó con 18 años como centro delantero en la Primera de los Cruzados, en 1962, hasta que explotó en 1964, cuando fue el goleador del campeonato con 20 conquistas.
Ese mismo año lo convocaron a la Selección Mendocina que participó en el Campeonato Argentino en Mar del Plata, cuando se disputaba con tanto interés la Copa “Adrián Beccar Varela” y en 1965 lo vinieron a buscar de Newell's Old Boys y Gimnasia y Esgrima de La Plata, pero el club lo vendió de manera definitiva a Independiente de Avellaneda. Entre ellos Santoro, Navarro, Paflik, Ferreiro, Pavoni, Acevedo, Guzmán, Bernao, Mura, Suárez, Savoy, De la Mata, Rodríguez, Decaría, Mori, Maldonado y Toriani.Para un jugador de provincia ser titular en una institución grande resultaba todavía mucho más difícil. Ni hablar de Independiente, que tenía un plantel tan calificado en la época que nació la mística del Rey de Copas.
Desde
su debut el 18 de abril de 1965, en la derrota de Independiente contra
Platense, 1 a 0, hasta su retiro definitivo el 22 de noviembre de 1980, en el
empate 1 a 1 entre Huracán y Talleres de Córdoba, la campaña de Avallay se
identificó con los colores de Independiente (1965-1966, 20 partidos, 5 goles),
Newell's Old Boys (1966-1969, 145 partidos, 51 goles), Huracán
(1970-1976 y 1980, 217 partidos, 70 goles), Atlanta (1976, 36 partidos, 6
goles), Chacarita (1977, 44 partidos, 22 goles) y Racing Club (1977-1979, 60
partidos, 30 goles). Jugó además 17 encuentros en la Copa Libertadores de
América (6 en Independiente, 11 goles, y en Huracán, 2) y 15 en la Selección
Argentina con un gol.
Pero tal vez el hecho más significativo de la
evolución del jugador lo logró Menotti con Roque Avallay. Había llegado desde
Newell's Old Boys en trueque por Alfredo Obberti y nadie le podía quitar el
rótulo de “chocador”, porque jugando para Independiente se cayó al foso
perimetral.
Ahí se armó aquel equipo que
causó sensación y que por algo quedó como uno de los mejores de la historia.
En
el Globo, mirando a Babington y Brindisi aprendió a pegarle a la pelota porque
eran dos jugadores notables,de una calidad y una técnica incomparables.
El
Flaco, que siempre le dio mucha confianza, le pedía que se tirara atrás y
tocara de primera con los dos y que después se fuera derechito al gol.

Roque quedó libre de Huracán en 1975,
porque se pensó que nunca más volvería a ser el de antes luego de una grave
lesión que sufrió en un partido contra Unión Española de Chile, por lo que
debió ser operado de los meniscos.
Sin embargo, tras un año muy oscuro en
Atlanta, con apenas 6 goles en 36 fechas, llegó a Chacarita y luego a
Racing, donde entre 1977-1979 renació de sus cenizas para vivir una segunda
primavera con su amiga la red.
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