EL CICLO DORADO SE VA TERMINANDO....GRACIAS TOTALES
Argentina perdió contra Brasil 85-65, se despidió del Mundial fuera de los primeros 8 por primera vez en 20 años, dejando todo lo que tenía.
Los clásicos son eso: partidos que se emparejan, que son emocionalmente solo para mentes duras.
Y en Argentina, hay varias. Quizá por eso, por un nivel de concentración magistral y por el compromiso de todos los que entraron de inicio.
Pablo clavó sus primeros tres triples, Leo otro y Campazzo uno más, para redondear 10 minutos perfectos y dejar el tablero 21-13.
El único punto negro eran las dos faltas de Nocioni. Después: control absoluto, más allá de algún corte al cesto de Leandrinho o carga ofensiva del rebote que terminó en gol por segunda opción.
Magnano mandó al campo a Guilherme, Raulzinho y Taylor ante la ineficacia de Huertas, Marqiunhos y Splitter y le salió bien.
El ala pivote clavó dos triples (uno con falta), que le dieron oxígeno, acercándose a 3 (29-26). El equipo de Lamas, que terminó 36-33 la primera mitad, algo que todos hubieran firmado antes del inicio del partido.
El comienzo del tercer cuarto fue fatal, por múltiples razones.
Argentina se quedó sin gol, Prigioni metió 3 faltas casi seguidas que lo pusieron en 4 y obligaron a sacarlo, Argentina erró 5 libres seguidos, Scola no entraba en el juego ofensivo y, ahora, la suerte estaba del lado de Brasil.
Brasil estaba muy cómodo, porque Argentina no presionaba demasiado arriba, porque movía el balón y terminaba con tiros de alto porcentaje y porque su rival no tenía forma de emparejarlo físicamente, donde Brasil ahora sí aprovechaba una ventaja enorme.
La diferencia se fue ampliando hasta ser indescontable, más allá de que faltaban más de 6 minutos de juego. Los triples que había fallado en la primera mitad empezaron a entrar, pero sobre todo tuvo rendimientos inesperadamente altos, como el de Raulzinho, una de las grandes figuras del partido junto con Marquinhos.
Brasil sacó 20 (75-55), y controló el partido con mucha tranquilidad hasta el final. A Argentina hacía rato que no le quedaba ningún tipo de resto.
Y perdió claramente. Brasil, de esta manera, cortó una racha de derrotas en partidos clave (Mundial 2010, JJOO 2012), y se metió entre los mejores 8 del mundo después de 12 años. Tendrá ahora la gran chance de ir por algo grande.
Argentina, al revés: después de 20 años (9º en 1994), no entra en cuartos de final. Igual, la historia de este grupo increíble de basquetbolistas no cambiará. Nunca.
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