domingo, 19 de febrero de 2012

DIEGO VILLAR EL BARBA DE GODOY CRUZ


BAJO PERFIL, ALTO RENDIMIENTO 

Diego Nicolás o el “pipa” como lo apodan es marplatense, nació el 25 de Aril de 1982, pronto cumplirá 30 años, y su nombre estuvo en boca de varios grandes del fútbol. Bajo perfil, alto nivel de juego, es lo que siempre mostró en toda su trayectoria desde su debut en Newell's en el 2002, hasta este gran momento en el Tomba mendocino.

Entre sus logros estuvo en el ascenso de Godoy Cruz del 2005 y en lo internacional formando parte del equipo de Arsenal que ganó la copa Sudamericana en el 2007. 
Mágico, esplendido, increíble y cuantos adjetivos más se le puede poner a este Diego Villar que día a día, partido a partido juega mejor , así se lo define a este volante con mucho juego, es decir, inteligencia, creatividad, velocidad y garra. 
Hoy Diego está muy cómodo en Godoy Cruz , en su mejor momento y con objetivos como el torneo clausura y la Copa Santander Libertadores. 
Y lo expresó en sus entrevistas, donde dijo, "No creo que en mi cabeza influya la chance frustrada del pase a San Lorenzo. Estoy bien en Godoy Cruz y si no se dio fue por algo. Tenemos dos competencias (Copa Libertadores y Torneo Clausura) y ojalá que nos vaya bien", expresó el volante. Y agregó: "No tengo ningún problema, mi familia está cómoda acá y no tengo ningún problema. Estoy muy contento en Godoy Cruz".
Si bien profesionalmente se inició en Newell's , donde le pusieron “pipa”  los hermanos Spolli, cuando vivió con ellos en la pensión de Newell’s, allí también estuve con Heinze y Pavlovich
 Arrancó en Independiente de Mar del Plata, donde jugó su padre, Néstor, como ocho.

También dos hermanos mayores, Sebastián y Pablo, jugaron ahí, toda la familia iba a verlos. Pablo todavía juega en Maipú de Mendoza, en el Argentino A. 
El más grande hoy trabaja en el casino, igual que su papá. Sebastián es croupier, y su padre es inspector de mesa.
 También tuvo sus momentos difíciles, el Chocho Llop lo promocionó a la Primera de la Lepra, Julio Zamora lo hizo debutar en 2002, el Bambino Veira le dio confianza y continuidad y Gallego no lo tuvo en cuenta sin motivos aparentes ni explicaciones, según cuenta él, “No sé de quién fue la bajada de línea, si de él o del presidente López.
Estuve un año colgado, en un momento hasta me mandaron a entrenar con chicos de 13 años, la predécima, una cosa insólita. Y lo peor es que encima de no jugar, López no me pagaba, me daba cheques voladores. Mi sueldo era de 1.100 pesos y llegué a estar 5 meses sin ver un peso. Ya tenía un hijo con Florencia, mi mujer, fue dificilísimo. Me dieron ganas de abandonar, pero mi hijo recién nacido me empujó a seguir”.
 De Rosario viajó a Chile para jugar en Santiago Wanderers, pero no le fue bien y duró tres meses, hasta que un día al fin cambió la mano: Llop lo sumó a un Godoy Cruz que pretendía ascender a Primera. Tenía 25 años y comenzaba su verdadera carrera.  Los siguientes pasos ya resultan más conocidos: Arsenal y Sudamericana, dos años en Gimnasia y el regreso a Godoy Cruz, ahora ya como columna de un equipo que viene haciendo historia sin prisa ni pausa.
En el medio, un estadio, el de Banfield, del que mejor ni hablarle. Hace dos años, el día de su cumpleaños, en Peña y Arenales metió un gol y a los 10 minutos se rompió los ligamentos de la rodilla al trabar con Bertolo.
Este último fin de semana, también en Banfield, metió el mejor gol de su carrera, desde casi 40 metros, pero el árbitro Laverni y el juez de línea jamás vieron que la pelota picó medio metro adentro del arco. De no creer.
Diego feliz padre de Joaquín, Nicolás y Sofía, aspira a que sus hijos continúen con la dinastía que inició su padre y prolongaron los tres hijos varones, aunque su compañero Torrico, cada vez que pasa por su casa a comer un asadito, lo hace revolcar al más grande con el objetivo de transformarlo en arquero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario