domingo, 5 de febrero de 2012

BELÉN SUCCI HÉROE ANÓNIMO



GIGANTE EN EL ARCO DE LAS LEONAS 

 Si hay alguien que no se muestra en un equipo de hockey es el arquero, en el caso de Belén la arquera. Porque detrás de ese uniforme de robot reglamentario hay una mujer, hay garra, humildad y talento.
La arquera campeona del mundial de hockey nacida el 16 de octubre de 1985 en Buenos Aires, Argentina, se ganó el corazón de toda la gente por su entrega y pasión dentro de un campo de juego.
Con solo escuchar cada vez que su nombre suena antes de que comience cada partido, un estallido baja de las cuatro tribunas.
Con apenas 26 años, la Leona refleja en su rostro, toda la emoción que representa para ella vestir la celeste y blanca.
 Deportista de siempre, practicó natación y handball, pero teniendo a su madre como imagen del hockey femenino, siguió con legado. "Goofi", como es su apodo, se afianzó en la portería de la selección argentina en base a sus buenas actuaciones.
En el Champion's Trophy de 2009, el primer gran desafío en el que tuvo que participar, fué la figura del equipo y redondeó un gran torneo cuando en la final atajó dos penales para que Las Leonas se quedaran con el título por segundo año de manera consecutiva.
La joven arquera acumula 11 medallas en cuatro años como integrante de la selección, de las cuales siete son doradas, tres de plata y una de bronce. 
También hay que sumarle dos distinciones personales, ya que en el 2009 fue elegida como mejor arquera del torneo del Champions Trophy de Sydney y en ese mismo año formó parte del equipo de las Estrellas de la Federación Internacional de Hockey. 
Belén eligió la cultura rastafari al compás de los problemas que debió atravesar, es una ideología difícil de compartir porque se modernizó todo, pero me inclino por una vida bastante despojada de lo material, dijo.
 Sueña en el futuro con irse de la Capital Federal y vivir con su novio en una casita solitaria cerca del mar.
Y además disfruta de su profesión de maestra, y aplica en las horas de hockey de sus alumnos enseñarles la convivencia deportiva. Dice, "Si hay que retarlos, los reto, no es una cuestión de idolatría por integrar el seleccionado.
Además, a mis alumnos les digo que cuando terminan de jugar un partido de hockey, deben saludar al rival dándose la mano y con un beso; que no se vayan enojados y que en el tercer tiempo se ubiquen en la mesa intercalados con el otro equipo.
 Los diez años es la mejor edad para la formación de una persona."
 Actualmente está jugando en el CASI, y por sobre toda las cosas preparándose para los próximos juegos olímpicos en Londres 2012.

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