Y VOLVIÓ A SUS ORÍGENES, ATENAS LO TIENE EN SUS FILAS NUEVAMENTE
Casi quince años pasaron desde la despedida de Fabricio Oberto de la Liga Nacional. Se fue campeón con un Atenas impresionante que derrotó en el mítico Luna Park a Boca para barrer la serie final y desde allí continuó una carrera que lo pondría en lo más alto de Europa, que lo llevaría a ganar un anillo NBA y que lo pondría en el corazón del público argentino con su garra para vestir la camiseta del seleccionado en grandes epopeyas.
Y justamente fue la albiceleste la última divisa que disfrutó a Oberto en el Preolímpico de Mar del Plata, una vez superado un problema físico.
Cuestiones personales lo alejaron de la actividad, pero el rincón de los afectos ofició de refugio y poco a poco se fue construyendo su regreso a Atenas.
Su historia dice que:
Fabricio Raúl Jesús Oberto nació el 21 de Marzo de 1975 en la tranquila localidad de Las Varillas, en la provincia de Córdoba, Argentina.
Su altura completa es de 2.08 metros y pesa aproximadamente 111 kilogramos. Con estas características se desempeña como pivot y ala pivot.
A la edad de 17 años se presentó para unas pruebas en el conocido Atenas de Córdoba.
Gracias a su estatura y su gran capacidad como jugador llegó a ser elegido para ser profesional al año siguiente.
Desde 1993 hasta 1998 jugó en la Liga Argentina de Basquet consiguiendo varios títulos con su equipo.
Entre ellos 2 Ligas Sudamericanas (1997 y 1998) y la medalla de plata del Torneo de las Americas (1995).
En 1998 fue elegido como uno de los jugadores más valiosos de la liga por lo que al poco tiempo lo transfirieron al Olympiakos de Grecia.
De este modo comenzó su gran gira por los clubes de Europa, como ser el TAU de España y posteriormente el Parmesa Valencia en el 2002.
En el año 2004 participó en los Juegos Olímpicos de Atenas junto a su gran amigo Emanuel Ginóbili, representando a la selección argentina.
Fue una sorpresa mundial cuando el equipo sudamericano venció a todas las estrellas de la NBA y consiguió la soñada medalla de oro del certamen.
En el 2005, luego de terminar su contrato con el Pamesa, firmó un contrato por 7.5 millones de dólares para jugar con el San Antonio Spurs durante tres años.
Mantuvo su camiseta número siete, la misma que en la selección argentina, y no se amilanó cuando comenzó jugando solo 9 minutos por encuentro.
Sabía muy bien que el nivel competitivo de la NBA era totalmente distinto al basquet europeo por lo que trató de aprender todo lo posible de sus compañeros.
Fue Pivot de los Spurs, siendo una pieza clave de recambio, con estadísticas que superan la media, como 10 rebotes por encuentro.
Compartió equipo con Brent Barry, Matt Bonner, Bruce Bowen, Jackie Butler, Tim Duncan, Melvin Ely, Michael Finley, Manu Ginóbili, Tony Parker, Robert Horry, Jacque Vaughn y James White bajo la dirección de Gregg Popovich.
“Es un momento muy especial. Tengo una ilusión tremenda como si fuese un pibe. Hay gente a la que no veía hacía años y la verdad es que tengo muchas ganas”, sostuvo el pivot, de 37 años.
El ex San Antonio Spurs de la NBA advirtió que pensó que había cerrado su carrera.
“Pero en este último mes, recuperé todo ese amor que tengo por el básquet. Voy a ser uno más junto a mis compañeros. Así podremos cumplir el sueño de llevar al club a lo más alto”. “Siempre dije que en Argentina nunca hubiese jugado en otra institución que no fuese Atenas.
Agradezco a toda la gente que está cerca mío y me ayuda todos los días.
No me gusta decir en qué porcentaje estoy. Pero me siento bien y sé que le puedo aportar experiencia al equipo”, consideró.
Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Felipe Lábaque, resaltó: “Hacía un año teníamos la ilusión de que Fabricio jugase en Atenas.
Luego, unas cuestiones físicas y personales lo dejaron de lado. Ahora está todo solucionado”. Vuelve Oberto, otro de los regresos que jerarquizan a la Liga.
Aunque sea en sus últimos pasos, otro integrante de la Generación Dorada está en casa.
Vale? recontra vale!
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