A dos días del ascenso hacia el Paso San Francisco la organización del rally recibía los primeros datos sobre las duras condiciones climáticas por llegar.
Conforme avanzaban las horas, la situación iba empeorando en esta región del macizo andino, dificultando por momentos la celebración de la especial, al menos en el recorrido previsto, demasiado deteriorado a causa de la lluvia y la nieve.
Ayer, las autoridades chilenas informaban a la organización del cierre del puesto fronterizo del Paso San Francisco.

El cruce tuvo su nombre, se llamó la “Operación Guillaumet”, bautizada así por Etienne Lavigne en homenaje al piloto del servicio postal aéreo que sobrevivió a un accidente en la Cordillera Andina.
Varios camiones del rally encargados de labores logísticas abrían a continuación la pista, mientras que las motos eran convocadas para salir en primer lugar al asalto de la cordillera.
Cada 30 minutos, se sumaban al convoy vehículos de la organización y ambulancias para facilitar la fluidez y seguridad del mismo.
Se llegó a Diego de Almagro, con un marcado desvío hacia el norte para llegar a Copiapó. En total, los vehículos han recorrido unos 200 kilómetros de más respecto de los 641 km inicialmente previstos para llegar al vivaque.
Aunque el crono se ha detenido de forma provisional, arrancará -y con él el espectáculo deportivo- mañana en una etapa en bucle de 573 km que podría pasar a formar parte destacada de la historia del rally. Será la séptima a disfrutarla.
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