miércoles, 20 de febrero de 2013

EL FUTBOL TIENE HISTORIA: EL TERCER TIEMPO



UNA DEFINICIÓN POR PENALES TARDÓ 45 MINUTOS Y SE EJECUTARON 44 TIROS 

El 20 de noviembre de 1988 no fue un día más para la historia del fútbol argentino.
En esa tarde, en cancha de Ferro, Racing y Argentinos patearon nada menos que 44 penales para definir un partido del torneo.
El domingo 20 de noviembre de 1988 ingresó en la historia de nuestro fútbol. En aquella lluviosa tarde porteña, sucedió lo "inconcebible": en cancha de Ferro Carril Oeste, Argentinos Juniors y Racing patearon 44 penales en una definición soporífera. ¿Era un partido de Copa?
No, fue parte de uno de los cambios reglamentarios más insólitos del fútbol argentino una vez mas.
Goyen héroe y verdugo
En julio de 1988 la AFA dispuso una nueva modalidad de puntuación para el campeonato de Primera División.
La nueva regla establecía el equipo triunfador sumaba tres unidades, y en caso de empate, el partido debía definirse en tanda de penales.
El conjunto vencedor de la misma tendría dos puntos y el perdedor uno.
La idea de éste experimento era sumarle una atracción extra a los hinchas. Duodécima fecha del campeonato 88/89.
El Racing conducido por Alfio Basile, campeón de la Supercopa, era puntero. Argentinos, de gran comienzo, se había quedado en las últimas fechas, pero el DT Nito Veiga tenía una gran generación de jugadores surgidos de su semillero como Fernando Redondo, Fernando Cáceres, Néstor Lorenzo y Ezequiel Castillo.
En la previa, era un partidazo. De arranque el espectáculo fue muy bueno, a pesar que el árbitro Carlos Espósito expulsó antes de la media hora a los más talentosos de cada equipo: el uruguayo Rubén Paz y Redondo.
A los diez minutos lo ganaba la Academia con gol de Walter Fernández. Lo empató, pocos minutos después, el mendocino Carlos Ereros.
Apenas comenzó el segundo tiempo, Racing desniveló con un golazo de Medina Bello. Argentinos asimiló el golpe y empató nuevamente, con derechazo del lungo Silvio Rudman. Hasta ahí todo fue normal.
Los titulares de los diarios
Pero faltaba llevar adelante la nueva imposición reglamentaria.El arco de Martín de Gainza fue el testigo, en la serie inicial de cinco, sólo erraron Wálter Fernández y Dertycia. En la tortura de el que hace el gol gana, tras una infinidad de goles y la conversión de Lamadrid, erró Chupete Vázquez. Anochecía sobre Buenos Aires.
Habían pasado casi 45 minutos de penales. Cuando la camiseta celeste con el 8 agarró la pelota, se escuchó un murmullo en la tribuna local.
El ejecutante era un viejo conocido en La Paternal.
El mendocino Mario Hernán Videla fue quien tres años atrás había ejecutado el penal que le permitió a Argentinos Juniors ganar su Copa Libertadores ante América de Cali.
El remate del Panza, desganado, fue atajado por Goyen.
Había finalizado la definición, los más fanáticos anotaron un 20 – 19 a favor de Argentinos.
Una historia mas contada y una menos de la historia grande del fútbol.

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