LA NUEVA JOYA MERENGUE

JAMES RODRIGUEZ Y VIVA EL FUTBOL

En los dos años que duraron las eliminatorias sudamericanas a Brasil 2014, el joven volante James Rodríguez pasó de debutante en la selección absoluta a figura del equipo que ha devuelto a Colombia a una Copa Mundial de la FIFA tras 16 años.

El colombiano James Rodríguez ganó  la Bota de Oro del Mundial de fútbol de Brasil con un total de seis goles en cinco partidos.

James, de 23 años, se ubicó por delante del alemán Thomas Müller, que marcó cinco tantos, y del argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar y el holandés Robin van Persie, que marcaron todos cuatro goles. Rodríguez marcó un tanto ante Grecia, Costa de Marfil y Japón, respectivamente. Frente a Uruguay marcó el cuarto y el quinto gol, considerado por la FIFA como el mejor gol del certamen. Su última diana fue ante Brasil, en el partido que eliminó a Colombia del Mundial en los cuartos de final.

Volante de creación o extremo zurdo, James aúna descaro, visión de juego, velocidad, buena pegada  y gran capacidad asociativa. Como si fuera poco, es un experto lanzador de faltas, asiste bien a sus compañeros de la delantera, y tiene gol, como demostró en los clasificatorios mundialistas.

La trayectoria deportiva de James va unida al término “precocidad”. A los 14 años debutaba en la liga colombiana; a los 17 se convertía en el extranjero más joven en debutar y marcar en la liga argentina; y un año más tarde daba al salto a Europa para brillar en el Porto portugués.

En paralelo, James destacaba en las categorías inferiores de la selección Colombia, con la que disputaría la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA en 2007 y sería, en 2011, una de las estrellas del combinado que alcanzó los cuartos de final en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA celebrada en su país.

Hoy en el Real Madrid el Bernabéu se tiñó de amarillo y blanco para darle la bienvenida:45.000 personas, más de la mitad de ellos colombianos, empezaron a llenar el fondo norte y la grada oeste del estadio desde las cinco de la tarde, tres horas antes de que James desfilara por el palco de honor con Florentino Pérez y mostrara al mundo su nombre serigrafiado sobre el número 10 del Real Madrid.“Estar aquí es un sueño, ¡hala Madrid!”, dijo tímidamente el mediapunta en su discurso, algo apocado ante la locura que invadió ayer el estadio Santiago Bernabéu.

Florentino, coreado por el Bernabéu, estaba especialmente feliz en la presentación de James, uno de los fichajes más mediáticos y veloces como presidente del Real Madrid. En menos de un mes, por 75 millones, ha cerrado a la sensación del Mundial de Brasil. Sin traumas y sin batallas en los despachos. De hecho, hasta el vicepresidente del Mónaco estuvo en la presentación del colombiano, junto a Jorge Mendes, maestro de la operación, el embajador de Colombia en España y la esposa del jugador, Daniela Ospina.