lunes, 11 de marzo de 2013

LNB: FINALIZÓ LA FASE REGULAR Y EL ANÁLISIS DE LAMAS



EL TÉCNICO DE LA SELECCIÓN NACIONAL ES PARA TOMAR NOTA 

Como es tradicional en el cierre de cada fase regular de la mayoría de las competencias de básquetbol del mundo, llegó el momento de los premios a los mejores, a los que más se destacaron.
El "premio" al mérito se lo entregaría por la gran paridad que ofreció nuevamente.
Aún a los cuatro primeros, los que pasaron directamente a los cuartos de final, les costó mucho ganar en la cancha de los que terminaron en las posiciones más bajas.
Y otros, con buenos planteles o altos presupuestos, terminaron la etapa regular por debajo de lo que se pronosticaba.
Este torneo no te perdona. A los planteles que sufrieron lesiones o ausencias en sus plazas de extranjeros, les hizo pagar ese inconveniente con derrotas.
En lo deportivo la Liga Nacional ratificó una fortaleza saludable. Otro premio que me parece justo entregar a nuestra competencia es al esfuerzo de los clubes.
Eso se notó en los muchos regresos a la LNB de jugadores que llevaban un tiempo en el exterior. Eso influyó positivamente en la calidad del torneo.
A lo bueno que destaqué en el comienzo de esta campaña, se sumaron dos jugadores de la trayectoria y jerarquía de Fabricio Oberto y Hernán Jasen.
Fue todo un lujo, porque se trata de hombres que integraron la selección en los últimos dos años.
Con todos los retornos que se dieron en este último torneo es hora de ir pensando en que la Liga Nacional se juegue con solo dos fichas extranjeras.
Como suele hacerse entre la prensa especializada, desde este espacio también quiero elegir al Quinteto Ideal y al Mejor Entrenador de esta temporada.
Estos son, según el puesto, mis mejores cinco jugadores:
Facundo Campazzo (base, Peñarol Mar del Plata). Su agresividad defensiva fue una de las armas principales de Peñarol, que cuando impone esa defensa, marca diferencias. Nunca deja jugar cómodo a su rival. Además, fue una de las vías ofensivas del equipo, cumpliendo el rol de anotador y de creador de juego para el equipo. Esta temporada continuó con su maduración. Si bien explotó tiempo atrás, siguió con su progresión.
Paolo Quinteros (escolta, Regatas Corrientes). Fue su mejor temporada desde la vuelta a la Liga Nacional. Jugó durante la fase regular como la estrella que es para la LNB. Ejerció con autoridad su responsabilidad de jugador principal en su equipo, llevando la iniciativa con su poder ofensivo, pero también creando ventajas para sus compañeros desde el pickandroll, la penetración o las jugadas de bloqueo, sin ningún egoísmo. Asumió el compromiso en muchas instancias decisivas, tomando tiros para ganar. Fue un jugador regular, que lo intentó todas las noches. Su aporte fue vital para que Regatas se quedara con el primer puesto y se convierta en favorito.
Marcos Mata (alero, Peñarol Mar del Plata). Tal vez fue el jugador más completo de la LNB en esta fase regular. Esa virtud está reflejada en su aporte en varios rubros estadísticos. Sumó en defensa, en su lucha rebotera y anotando con tiros, penetraciones o posteos. Fue el equilibrio de su equipo y eso quedó expuesto en los muchos minutos que promedió en cancha. Esta temporada tuvo un mayor protagonismo ofensivo y compensó la ausencia de Lamonte en la estructura de Peñarol.
Darren Phillip (ala-pivote, Unión Progresista Villa Angela). Cuando no jugó, su equipo lo extrañó horrores. Fue, con diferencia, el mejor jugador de su equipo y muchos de los partidos ganados fueron gracias a su aporte. A pesar del último lugar de Unión Progresista el aporte de este jugador le permitió jugar de igual a igual con la mayoría de sus rivales. Mostró un gran instinto para el rebote y una energía incansable para anotar. Destaco su actitud para seguir intentando mejorar a su equipo hasta el final. Su aporte nunca decayó.
Daniel Santiago (pivote, Boca Jrs.). Supo sacar ventajas de su talla dominante en todos los aspectos. En defensa, anulando a su rival cuando logró ubicarse entre este y la canasta, o al intimidar, cambiando la parábola de tiro, con la amenaza de un tapón. En ataque marcó diferencias cerca del cesto. Cuando recibió con los dos pies en la pintura, fue casi siempre foul o gol. Su experiencia en el más alto nivel quedó reflejada en cada participación. Si bien está entrado en años, fue desequilibrante en varios pasajes y resultó decisivo, aún sin ser regular, en el crecimiento que Boca mostró durante el torneo.
Entre mis colegas, también quiero reconocer al más destacado en esta temporada.
Nicolás Casalánguida (entrenador, Regatas Corrientes). Logró en Regatas un funcionamiento regular y efectivo. Sin embargo, su mayor tarea estuvo en conseguir que cinco jugadores con deseos individuales en ataque resignaran parte de ese protagonismo en beneficio del conjunto. En defensa, consiguió subir el estándar del equipo a lo suficiente. Al mismo tiempo, resolvió la presión que significa la demanda de buenos resultados a la que está sometido un equipo como el correntino, que siempre conforma planteles competitivos y con fuerte inversión presupuestaria.
Ratificó en esta temporada que es una gran aparición, con cualidades todavía para desarrollar, en el estamento de los entrenadores.
El basquet avanza y esta bien.

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